A Javier Miranda-Luque, fundador de Transtextos In memoriam Era un febrero bisiesto, bisextil, bisextilis, que tenía dos “6”, 366. Un año bisiesto del siglo XX con dos equis. Altagracia, que no se había convertido en el temor ambulante que hoy la define, había cumplido 19 y estudiaba en Leipzig gracias a la beca de un gran mariscal. En los fines de semana con puente, ella se iba a ver el de...