“Je t’aime”, me dice Saúl todas las noches, luego me besa en la frente y me da las gotas de aceite de cannabis para mi fibromialgia. No creo que el aceite sirva para nada, pero tampoco creo que exista la fibromialgia, pienso que es un recurso último cuando los médicos ya no disponen de un diagnóstico, un acuerdo honroso que permita al tratante salvar su prestigio y al paciente detener un...