Poco antes de las seis de la mañana el teléfono repicó. Era Juancho: — Coño, Ricardo, te tengo malas noticias…— ¿Qué pasó?— Es Luigi, se mató en su carro, en un choque. Cuando salimos de la fiesta, ¿te acuerdas?, le dijimos que no manejara, pero él insistió. No te sientas culpable, pero estaba muy alterado por lo que le hiciste. Agarró el carro, se estrelló contra la defensa de la autopista del...