🫖 LA NIÑA QUE ME ESPERABA

Le pedí una pausa al tiempo y se detuvo el espacio entero! Volví hacia aquella procedencia de la que nunca me fui, pero nunca me sentí tan peregrina en mí. Sin embargo, expectativas en mano, me sorprendió: 

-«¡Al fin tomas un descanso! ¿A quien persigues tanto? ¡Aquí no hay conejos blancos!»

En el acto entendí su sarcasmo y, sin ánimos de auto-proclamarme Alicia, argumenté: -«Yo sólo he venido para la hora del Té» -sonrió, como quién conoce cada versión de una misma explicación, y me dijo: 

-«Aquí te hemos extrañado» 

Pero…. Como me conocía tanto, dijo:

-«Dame tu mano  […] No me sorprende que no me recuerdes, aquí te hemos estado esperando. Quiero mostrarle a tu lugar favorito que ya has regresado» 

Y, de pronto, allí estaba […] contemplando, extenuada, tan inefable panorama celestial. Mi alma conmocionada no hallaba manera alguna de manifestar tal fascinación […] Y, entonces, lo descifré. Y evoqué aquellos instantes de los que ella platicaba. Tal inmaterial presencia, claro que había regresado. Y es que, ¿cómo  pude siquiera haberme ausentado?

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Feed de narrativa editada a seis manos (desde San José de Costa Rica, Stuttgart y Caracas), por los caraqueños diasporizados Luis Garmendia y Javier Miranda-Luque, y el caraqueño sin diasporizar (¿por ahora?) Mirco Ferri cuya idea es la de postear textos propios y de autores invitados. ¡Bienvenido cada par de ojos lectores que se asomen a estos predios!

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