El inextinguible Don Tomás de Torquemada es el bartender que inquiere a nuestros autores transtextuales en este peculiar cuestionario.
1- ¿Con cuál escritor o personaje literario compartirías tu paila de mazeite hirviendo en el averno?
Renuncio, irrevocablemente, a la compañía de escritores en mi sauna infernal. Propongo un trueque gozoso con el personaje jovencísimo de Eva Green en aquel film de Bertolucci, “The Dreamers”. Acepto también a la fetischesca y rotunda Kate Winslet en “Holy Smoke”, de Jane Campion, incluso con su misión micción parafílica.
2- ¿Cuál es el mayor elogio y la peor crítica que has recibido por tus textos?
El mayor elogio-y-crítica lo recibí de una colega publicitaria quien me espetó, tras un par de lustros sin saber nada uno del otro, “veo que insistes en ser fiel a ti mismo”. Chapeau!, entonces.
3- ¿Proclividades e intransigencias?
Soy muy proclive al ocio contemplativo y la autoindulgencia. Mis intolerancias incluyen la solemnidad, la plañidez, el proselitismo y la ortodoxia.
4- ¿Máximo placer culposo?
Disfruto como un demente la heterodoxia gastronómica y etílica. Cocina (con)fusión y vainas así que ponen de los nervios a los dogmáticos. ¿Verbigracia? Cerveza full hielo o tostones con camembert y dulce de membrillo.
5- ¿Qué te deja absolutamente indiferente?
Me ocasiona una indiferencia hilarante todo lo relacionado con lo “drama-queen” o los “héroes”. El rebaño digital es un circo virtual 24-365.
6- ¿Libros ilegibles?
Ya sé que me van a reputear varias legiones demoníacas literarias: El guardían entre el centeno de Salinger.
7- Menciona cuatro libros o relatos que has disfrutado demasiado.
Las novelas del escritor español Felipe Benítez Reyes han sido un hallazgo y una gozada que me he vacilado harto. Disfruto muy mucho yo el ingenio coñoemadre. Del otro lado del charco, “El señor presidente”, de Miguelángel Asturias, es, para mí, la gran novela hispanoamericana. A mí no van a ponerme en 4. Lo juro por la madre de Torquemada. Ni siquiera en este cuestionario.
8- ¿Media docena de films predilectos?
“Secretos de la vida conyugal” de Bergman; “Annie Hall” de Woody Allen; “El amor brujo” de Saura; “A la deriva” de Jan Kadar; “Aguirre” y “Fitzcarraldo” de Werner Herzog.
9- ¿Tragos favoritos y en cuál ocasión?
Todos mis tragos naufragan en hielo: vermú, oporto, licor de whisky, single malt, ginebra con sprite. Jamás antes del atardecer.
10- ¿Manías para escribir?
Necesito ruido alrededor. Generalmente me valgo, como feedback acústico, de noticieros en idiomas diferentes al español. Escribo directamente golpeando el teclado de mi vieja laptop adquirida merced a un bingo cantado en Madrid.
11- ¿Personajes literarios detestables?
“María” de Jorge Isaacs. Me defequé en el alma de su autor mientras me obligaban a leer y ¿analizar? tal bodrio en bachillerato.
12- ¿Cita literaria memorable?
Dominado por una prisa
que lo hacía vivir en el futuro
(Pablo De Santis, EL CALÍGRAFO DE VOLTAIRE)
13- ¿Cuál es el libro que no escribirías?
Como ghost-writer me ha tocado “escribir” casi de todo, con énfasis en vainas a las que jamás me acercaría ni como autor ni como lector (tal disociación psicótica ha resultado muy divertida y útil para el oficio de la escribidera tarifada, sí). Sin embargo, jamás escribiría, por ejemplo, sobre deportes o “vidas admirables”. Mi alergia a los héroes y mesías es un prejuicio impostergable.