Bar Torquemada
El inextinguible Don Tomás de Torquemada es el bartender que inquiere a nuestros autores transtextuales en este peculiar cuestionario.
1- ¿Con cuál escritor o personaje literario compartirías tu paila de mazeite hirviendo en el averno?
Robbe-Grillet.
2- ¿Cuál es el mayor elogio y la peor crítica que has recibido por tus textos?
No deja de ocasionarme asombro la reacción del espectador (así en singular) ante los montajes teatrales donde participo, de manera colectiva, escribiendo, produciendo, dirigiendo y actuando. Estas interacciones son vitalísimas ya sea que conlleven estupor, admiración e, incluso, incomprensión, mofa y rechazo.
3- ¿Proclividades e intransigencias?
Soy muy dada a la contemplación del paisaje humano. Admiro allí la extrema versatilidad para reinventarse en cualquier ámbito. Y es en este sentido que procuro escabullirme a la intransigencia probablemente sin lograrlo.
¿Máximo placer culposo?
A pesar de mi miopía, reconozco ser una voyeur ávida y reincidente.
5- ¿Qué te deja absolutamente indiferente?
La modestia.
6- ¿Libros ilegibles?
Me lo juego todo a Neruda.
7- Menciona cuatro libros o relatos que has disfrutado demasiado.
Me declaro fervientemente monoteísta: adoro a Huidobro.
8- ¿Media docena de films predilectos?
Me voy de radical y esnob con la Sinfonía diagonal del sueco Viking Eggeling. Menciono también a Norman McLaren y entonces me quedo con su Narciso, ya al final de su repertorio, en 1983.
9- ¿Tragos favoritos y en cuál ocasión?
Vino blanco muy seco y vodka que mantengo en el congelador.
10- ¿Manías para escribir?
He evitado aferrarme a ningún ritual ni manía para escribir, aunque seguramente esto sea falso.
11- ¿Personajes literarios detestables?
Los mesiánicos.
12- ¿Cita literaria memorable?
Recito a Flaubert: “La trampa de la novedad muy pronto deja al desnudo la monotonía.” Esto me lo repito constamente a mí misma.
13- ¿Cuál es el libro que no escribirías?
Respondo con rima: jamás me atrevería con la poesía.