ATÚN EXTRAVIADO EN MAYONESA.

ATÚN EXTRAVIADO EN MAYONESA
Xiomara López

Una vez identificado el cadáver, sus colegas se sintieron aliviados. Doménico Scizio murió por agalludo, poniendo en peligro los confortables ingresos adicionales de una pequeña legión de funcionarios de la guardia nacional y aduanas. Una retribución que hace palidecer sus sueldos. Simplemente, por omitir, por no hacer nada, por hacerse la vista gorda, por saber y callar. Sin complicaciones, ni preguntas, ni averiguaciones. El cuerpo fue hallado acribillado, sin documentos, dinero o ropa. Tampoco hay rastros del célica, el rólex oister, los rayban pilot, la e-book ni el celular satelital gsm, accesorios fashion del modelo más reciente que exhiben a página completa las publicaciones internacionales. Se presume que no le dio tiempo de desenfundar su beretta negra, también ausente de la escena del crimen, un paraje particularmente tupido de maleza que lo torna literalmente intransitable, un rincón sin origen ni destino que debería figurar en algún mapa, trayecto a ninguna parte.

Cagua alberga el emporio más grande de “importaciones” fraudulentas de fendi, gucci, cartier, nike, levis, hush puppies, rockport, bostonian.  Su manufactura, copia idéntica del original, abastece los mercados hispanoparlantes circunvecinos con una impunidad que los envalentona ahora a reproducir, en suelo aragüeño, bass, hugo boss, prada, givenchy, dior y carolina herrera. Salvo en los precios, nadie ha acusado diferencias.

Marcial es el capataz de una exótica pléyade de armenios, vietnamitas, paraguayos, albaneses e isleños variopintos que cobran en estricto efectivo sus doce horas de trabajo al día, menos el domingo, cuando el gerente regional y única cabeza visible del negocio, cierra la factoría con diversas líneas de producción operando simultáneamente. Autoindulgencia que se permite para poder recuperarse de la noche del sábado, vigilia consagrada a exprimir el par de 0,75 litros de tanqueray, con mucho hielo y seven up para que rinda, en compañía de Maribel, la putita más joven y cotizada del terruño, quien le procura al temerario cacique industrial una mamada sin vestigios de látex (con gárgaras de ginebra antes y después de la felación concienzuda), a cambio de un abanico de billetes foráneos.

El resto de la semana es cerveza y cafeína, sándwiches fríos, espagueti con salsa rosada, arroz con huevos fritos, arepas deformes rellenas de cualquier comestible, latas de vegetales mixtos y atún extraviado en mayonesa. Porque Marcial es un mercenario que atesora cada centavo que rapiña, apuntalando su objetivo de establecer una colonia nudista, para turistas caras pálidas, en la bahía de Tibidabo.

Lo malo es que, generalmente, cuando se coronan los sueños, el sonámbulo descubre que aquello no es lo que se anhelaba. Tanta piel bronceada sin marcas de traje de baño, tantos culos con bótox abofeteados por la brisa, le han hecho olvidar la satisfacción de las erecciones: cómo ostentarlas, mantenerlas y disfrutarlas. Marcial es un diabético invitado a la casa de la bruja de Hänsel y Gretel, donde todo se come y es dulce y rico, con menús inimaginables.

Xiomara López
(Caracas es mi cuna e inspiración, aunque, ahora, otro continente me contiene. Egresada en Letras de la UCV, jamás he vivido de esos menesteres. Rómulo Gallegos es una avenida que no remonta el Arauca y Andrés Eloy Blanco un poeta sin ángel también adeco. De Ifigenia apenas conservo sus bostezos.)

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Feed de narrativa editada a seis manos (desde San José de Costa Rica, Stuttgart y Caracas), por los caraqueños diasporizados Luis Garmendia y Javier Miranda-Luque, y el caraqueño sin diasporizar (¿por ahora?) Mirco Ferri cuya idea es la de postear textos propios y de autores invitados. ¡Bienvenido cada par de ojos lectores que se asomen a estos predios!

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